miércoles, 17 de noviembre de 2010

"Stand by"

En medio de una situación que no sólo mantiene embotada mi cabeza  sino el cuerpo en general, últimamente desarrollo mi vida diaria cual buen zombi.
Ya no sé con precisión  si se debe a que el cuerpo está acostumbrado al desgaste físico y mental o es más bien que ello mismo lo ha entumecido y por eso ha dejado de sentir; el caso es que se mantienen en pausa  tanto cuerpo como mente, esperando que las cosas tomen su curso natural. Es el momento del ritual pagano de fin de semestre, el cual entrega en sacrificio nuestros últimos días de clase a los dioses de los exámenes y trabajos finales.
La bacanal no se muestra tan optimista y el ambiente es similar en cada ocasión: todo mundo apurándose a entregar los pendientes, desvelándose y apareciéndose al  más puro estilo de espíritu chocarrero por los pasillos de la facultad.
Resulta interesante que estos últimos días en que muchos alumnos pueden llegar a hacer maravillas con el poco tiempo del que disponen, finalmente tienen una buena recompensa, ya que cuando entregamos el último trabajo, el cuerpo se relaja y se vuelve a sentir esa sensación placentera de tranquilidad.
Finalmente llegan las anheladas vacaciones, las cuales llenan nuestros días de descanso y diversión. Algún tiempo después, se vuelve a extrañar aquella mala vida que tanto nos gusta (y que nos recuerda lo masoquistas que podemos llegar a ser): la de los desvelos frente al monitor  y las carreras por estar al día en la escuela.

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