miércoles, 10 de noviembre de 2010

Memoria olfativa

Hoy no existen muchos ánimos de escribir, pues la mente se encuentra más agotada que el cuerpo, pero  compartiré brevemente y  entre líneas (o no tanto) una experiencia sensitiva.
Los recuerdos y la memoria se encuentran relacionados definitivamente con la actividad cerebral, pero bien es cierto que existen un sinnúmero de factores que detonan de manera automática nuestra memoria, uno de ellos es el olfato y los sentidos en general.
Es común que asociemos un recuerdo a una imagen o experiencia vivida, pero también lo podemos hacer con un aroma ¿Cuántas veces no hemos recordado algún momento especial cuando por ejemplo, olemos la humedad de la tierra que nos recuerda a la lluvia? Justo el día  de hoy, el aroma de la madera quemándose me recordó mi primer campamento, ¡qué momentos  aquéllos!
En fin, un aroma que queda impregnado en nuestra memoria nos remonta a esos momentos especiales o nos reúne con esas personas que ya no están junto a nosotros. Nos ayuda a revivir momentos y emociones a través de esas sensaciones que sólo nuestros cinco sentidos nos pueden dar, nos permite recordar, y como bien dicen,  recordar es vivir.

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