domingo, 10 de abril de 2011

Cuando los deberes atacan

Cual si fuera título de película de terror (un tanto barata) quisiera que el título de esta entrada expresara todo el drama que caracterizó este fin de semana.
Por un lado,  me encontré en medio de un montón de copias, lecturas, notas y quehaceres en general, los cuales debo atender durante la semana que está próxima a comenzar  y que hubiera valido la pena empezar a realizar. Por otro lado, nos encontramos con mi terrible flojera que me acechó durante casi todo momento del fin de semana.
No sé a qué se deba mi negación a comenzar los deberes, quizás pueda decir que realmente terminé muerta la semana pasada y simplemente quise darme un descanso, pues el cuerpo lo pedía a gritos. El caso es que terminé prácticamente picándome los ojos mientras los deberes me esperaban.
A unas horas de que termine este efímero fin de semana me pregunto: ¿Por qué mi cuerpo y mi razón aún no despiertan de su aletargamiento? ¿Será que hasta el inicio de la semana que empezará, comenzaré a sentir el remordimiento de no haber avanzado  al menos un poco en los pendientes? Todo ello el tiempo lo dirá, sólo espero que mi caprichoso ser responda adecuadamente a las consecuencias que su decisión,  respecto al descanso prolongado, trajo.

1 comentario:

  1. Jajajaja1 Ay Mariana! Tienes toda la razón! Qué sucede con los fines de semana, con las tareas que se juntan, etc., es algo malo, como del diablo!

    Saludos!

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