Aunque el título de esta entrada remita a pensamientos un tanto bizarros acerca de las funciones fisiológicas de estos seres y un posible símil con las mías, puedo decirles que no, pueden estar tranquilos, mi naturaleza humana no está en peligro…aún (ja, ja.)
Lo que quiero reflejar con esta metáfora es más bien la capacidad (que debo admitir, no creía que existía en mi) de adaptarme a varios terrenos. La semana pasada, como ya lo había comentado, realicé algunas actividades de deporte extremo que quizás en otro tiempo simplemente no me habría atrevido a realizar. Esto quiere decir que no se me da tan mal eso actuar sin pesarlo demasiado, ya que, algunas veces, los resultados pueden ser bastante divertidos (¿cuestión de suerte? No lo sé.)
En todo caso, no me alejo de esa característica forma mía de pensar y repensar acciones que aún ni realizo, de tal manera que cual anfibio o auto 4X4, puedo considerarme un ser adaptable a todo el terreno de la vida.
¡Pura buena vibra en este ombligo de semana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario