domingo, 8 de mayo de 2011

Aquí y ahora

Nuevamente visitando pueblos lejanos, desgraciadamente no en situaciones muy gratas, me percaté de la importancia de las tradiciones que tiene cada comunidad. Los rituales que realiza cada sociedad realmente son un reflejo de sus creencias y, aunque muchas veces rebasan el límite de la comprensión racional, el toque de espiritualidad que conllevan, en ocasiones consigue contagiarse.
Por otro lado, y aunque fuera de las condiciones más deseables, comprendí lo útil e importante que es aquélla filosofía que una persona muy valiosa me inculcó: Disfruta el presente que es un regalo y siempre di lo que sientes cuando te nazca porque nunca sabremos si habrá un mañana para hacerlo.
Pienso  que esa persona hizo muy bien su labor y aquella enseñanza la tengo muy presente; además, personalmente creo que la he llevado a cabo y estoy tranquila con mis seres queridos, pues cada que tengo oportunidad, les hago saber lo valiosos que son para mí.

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