Esta noche pensé más de un momento que no llegaba a publicar la entrada correspondiente; sin embargo, lo logré. A pesar de las peripecias que hoy vivimos, mi hermano, unos amigos y yo, creo que cada acontecimiento, al final, tuvo una razón de ser.
Todo comenzó ayer cuando cómodamente me senté a ver una película, “Propuesta de año bisiesto.” Dicha película me la prestó mi prima debido a que conoce bien mi afición respecto a curiosidades culturales de Irlanda y, tal historia que si bien es una historia de amor, en varias ocasiones refleja las características supersticiones irlandesas.
Una de tales, que fue recurrente en el filme, la comprobé hace unas cuantas horas: “no inicies un viaje en domingo pues éstos terminan mal.” Dicho y hecho, hoy realizamos un viaje a una Boda de Plata en Hidalgo, donde las tradiciones familiares no se hicieron esperar y las situaciones jocosas le dieron sabor a la tarde.
A pesar de ello y como todos unos jóvenes intrépidos, no nos conformaríamos con una sencilla tarde familiar y decidimos “pueblear;” no obstante, pocas horas después, la noche nos había alcanzado y los sumamente inteligentes chicos al volante ya no sabían cómo regresar al D.F. Una vez perdidos durante algunas horas, por fin pudimos encontrar el camino a casa… ¡Toda una aventura!
Finalmente puedo decir que pese a que la famosa superstición irlandesa se hizo presente, después de todo no estuvo nada mal, ya que eso de la aventura reactiva el ánimo y creo que es una buena manera de iniciar la semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario