domingo, 13 de febrero de 2011

…Y el teatrito se nos cae

Esta entrada debe tener una dedicatoria y ella va dirigida a uno de nuestros adjuntos de la materia de Seminario de Titulación I, Ricardo, ya que a petición de él revelaremos un secreto antes de tiempo.
Realmente no puedo ni reprochar que la promesa realizada en la entrada anterior de dejar en suspenso a la audiencia respecto a mi tema de tesis, (que cabe mencionar, aún  falta pulir) se me haya venido abajo, ya que bastante gente que convive conmigo tenía idea de la temática en gran parte debido a mi recién adquirida obsesión de hablar acerca de mis nuevos conocimientos, no tan útiles, respecto a la pequeña isla europea cuyo emblema turístico es el trébol.
Así es, damas y caballeros, me refiero a Irlanda. Dicho país, cuyo tamaño  y número de habitantes es reducido (poco más de 4 millones), me ha llamado la atención, no sólo por sus bellos acantilados sino también por su rica historia, la cual podemos establecer a partir del siglo VI  a. de C. con el establecimiento de los Celtas.
Sin embargo, el tema que pretendo abordar en aquel documento se refiere al nacionalismo irlandés y cómo éste contribuyó a la creación de la República de Irlanda en 1949, tras haber conseguido en 1922, una independencia condicionada por la ex metrópoli, Gran Bretaña.
De ese modo,  concluyo la entrada dejando abierta la posibilidad de que el lector encuentre, de vez en cuando, uno que otro comentario respecto a la historia irlandesa o a diversas reflexiones acerca del nacionalismo en general.

2 comentarios:

  1. ¿cuál será la mejor manera decirte esto?... tu tema era de los pocos que sí alcancé a escuchar el martes pasado.. ups! tire el teatrito sin querer queriendo. espero no me odies. Saludos. nos seguimos leyendo

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola Ricardo! No te preocupes, la verdad creo que la dinámica en el blog se puede tornar más interesante, saludos.

    ResponderEliminar