Esta noche es una más de aquéllas en donde la inspiración me conduce por caminos un tanto menos serios de los que debería; sin embargo, no pienso reprocharle y cumpliré sus caprichos al hablar de asuntos mucho más comunes, pero no por ello menos útiles; en esta ocasión, al hablar de la coordinación y la cooperación como herramientas del trabajo en equipo.
Al hablar de coordinación, no me refiero a la concepción aquella relacionada al ritmo y secuencia que pueden tener los movimientos corporales, más bien haré referencia a lo difícil que en ocasiones representa el coordinar o hacer converger tus ideas o pensamientos con los de otras personas.
En este punto por supuesto que es relevante la existencia de empatía para que exista tal coordinación y se generen grandes ideas a partir de diversas concepciones, pero es ahí donde también entra el papel de la cooperación, y es que cabe señalar que a partir del reconocimiento de que necesitamos los unos de los otros, también es importante aceptar que no siempre es correcto buscar imponer nuestros puntos de vista, ya que éstos pueden resultar un tanto limitados; en cambio, al tomar en cuenta las aportaciones que nos brinda la opinión de los demás, es muy probable que maximicemos los beneficios al momento de trabajar en equipo.

Estoy muy de acuerdo contigo Mariana. Recuerda que sí un equipo de 6 es difícil que se coordine y coopere con la mejor disposición posible, imagínate sí se tratamos de hacer coordinar a 27 Estados con características propias y un pasado nada bonito entre si. Resultado: Unión Europea, jaja.
ResponderEliminarPero ya hablando en serio, ¿a qué te referías con esta entrada?, por que yo conozco a alguien que de ves en cuando no coopera ni se coordina con sus sublevados, y que hace este tipo de loqueras en los blogs de los compañeros, luego te lo presento, se llama: mi cerebro.
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ResponderEliminar¡No bueno, Karlita! Sí que te ha dejado mucho esa clase. :)Te entiendo, eso de cooperar no siempre se nos da muy bien, sobre todo al reconocer nuestra naturaleza egoísta, pero a veces el ceder un poco puede ser muy útil, comprobado.
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